por: Ana Páez
En nuestro país son muchos los centros médicos que ofrecen un servicio de salud, con calidad y eficiencia, esto suele olvidarse y a veces son los mismos médicos los que ponen en peligro de muerte a sus pacientes.
Además de esto, se le suma el gran déficit de camas que existe y en ocasiones resulta casi imposible sentarse a descansar por falta de sillas.
Tal es el caso del Hospital General Regional, Marcelino Vélez Santana, donde es preciso reconocer, nos dice la señora Belkis Tiburcio que los/as doctores/as son buenos profesionales, pasan visita siempre a tiempo y atienden muy bien a los pacientes. Pero no se puede tapar el sol con un dedo, pues allí se cometió un error medico que casi le cuesta la vida al joven Wilkins Valdez, quién en el mes de octubre y principios de noviembre fue ingresado a ese centro de salud para ser sometido a una cirugía para cortar una hernia o gránulo según el Doctor que realizó la operación cuando cortó encuentra un hueco que según él era producto de una cirugía de apéndice a la que había sido sometido meses atrás en Constanza y que él por lo que paso mas adelante cerró, no como debía sino como se le hizo mas fácil.
En la tarde del día siguiente se le dió de alta sin siquiera investigar la causa por la que la noche anterior había padecido de vómitos y fiebre sobre los 40 grados. Luego de dos días en casa. Wilkins tenía la herida infectada y tuvo que ser llevado otra vez al hospital, donde reventó y por su cirugía salían heces fecales, por lo que de inmediato se le colocó una bolsita de colostomía y decidieron dejarlo abierto por diez o doce días para ver si la herida cerraba sola y mientras tanto tenía que ser alimentado por una especie de manguerita que se le introdujo en su cuerpo, cerca del pecho, al noveno día al ver que en vez de mejorar empeoraba, fue sometido a una segunda cirugía, pero el sábado no se pudo, los domingos no se hacen y el lunes era feriado día de la constitución, entonces finalmente lo llevaron a quirófano el miércoles ocho.
Y en situaciones como esta, nos damos cuenta que a veces la salud pasa a un segundo y tercer plano, y nos muestra cada vez mas la negligencia medica y a que se exponen los pacientes en los hospitales, a ser un blanco fá0cil en peligro de muerte.
En la segunda intervención hubo que cortar el colon y el intestino grueso, introduciendo éste en el primero para unirlos, lo que ahora a provocado que el intestino esté inflamado y todo esto le ocasiona fuertes dolores en el vientre, constantes vómitos y las heces fecales no realizan el proceso normal de circulación, pues el camino resulta estrecho. Y ahora Wilkins debe mantenerse visitando este centro de salud para que le den seguimiento a su estado.
Hoy queremos hacer una llamado a los centros de salud, tanto públicos como privados, y a los médicos que laboran en ellos, para que velen por la salud de sus pacientes y para que hagan su trabajo como responsabilidad y no solo superficialmente por salir del paso y así se evitara que casos como este se repitan.
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