por: Angela Rodriguez
Las cuestiones bioéticas derivadas de los avances médicos y científicos acerca de la procreación hace tiempo que llaman la atención de la humanidad. Descifrar la genética humana y más que eso manipularla es algo que parece imposible, pero que ya es una realidad.
Este es un tema demasiado serio como para no concebir. De acuerdo a un grupo de científicos de American Medical Association estamos ante la posibilidad de y derecho de actuar, antes del nacimiento de los hijos, sobre ciertas características, disposiciones o actitudes monogenéticas. En tal caso, es palpable que un adolescente tome conciencia de la manipulación prenatal de la cual fue objeto, y les pida cuentas a sus padres ya que van a ser los responsables de su perfil o diseño genético.
Los que se destina en el futuro es una sociedad en la que todos los fetos sean intervenidos por los padres y creados a su gusto, o sea, que todo van a ser manipulados genéticamente para crear un mundo sin enfermedades, sin niños con deformaciones, inteligentes, fuertes, pero también ausentes en sentimientos.
Pero este mundo perfecto, con seres física e intelectualmente inmaculados, solo esta reservado para unos cuantos. Porque en oposición a este va a existir un submundo perteneciente a la categoría de los no-validos, personas inferiores concebidas al gratificante modo tradicional y no pro el diseño genético en un laboratorio. Personas a las cuales la aplicación de las mismas técnicas creadoras de seres perfectos permite diagnosticar de antemano y con presición todas las miserias que sufrirán en el futuro como resultado de sus imperfecciones. Y, a causa de esas deficiencias van a ser ciudadanos de segunda clase a los que le esta vedado el acceso a privilegios reservados a la elite genética.
Ciertamente como padres queremos lo mejor para nuestro hijos y siempre queremos que sean perfectos, es por lo que podemos considerar dar una dotación genética en el imprevisible contexto de una sociedad tan avanzada.
Este es un tema demasiado serio como para no concebir. De acuerdo a un grupo de científicos de American Medical Association estamos ante la posibilidad de y derecho de actuar, antes del nacimiento de los hijos, sobre ciertas características, disposiciones o actitudes monogenéticas. En tal caso, es palpable que un adolescente tome conciencia de la manipulación prenatal de la cual fue objeto, y les pida cuentas a sus padres ya que van a ser los responsables de su perfil o diseño genético.
Los que se destina en el futuro es una sociedad en la que todos los fetos sean intervenidos por los padres y creados a su gusto, o sea, que todo van a ser manipulados genéticamente para crear un mundo sin enfermedades, sin niños con deformaciones, inteligentes, fuertes, pero también ausentes en sentimientos.
Pero este mundo perfecto, con seres física e intelectualmente inmaculados, solo esta reservado para unos cuantos. Porque en oposición a este va a existir un submundo perteneciente a la categoría de los no-validos, personas inferiores concebidas al gratificante modo tradicional y no pro el diseño genético en un laboratorio. Personas a las cuales la aplicación de las mismas técnicas creadoras de seres perfectos permite diagnosticar de antemano y con presición todas las miserias que sufrirán en el futuro como resultado de sus imperfecciones. Y, a causa de esas deficiencias van a ser ciudadanos de segunda clase a los que le esta vedado el acceso a privilegios reservados a la elite genética.
Ciertamente como padres queremos lo mejor para nuestro hijos y siempre queremos que sean perfectos, es por lo que podemos considerar dar una dotación genética en el imprevisible contexto de una sociedad tan avanzada.
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